CAPÍTULO 12. EL PARTIDO DE QUIDDITCH

 

Hola Harry. 

No entiendo cómo un trol llegó a entrar al colegio, pero dudo mucho que fuese un error o por casualidad. Los trols son pocos en el bosque prohibido y muy torpes, no verían la entrada al colegio y deambularían por los pasillos. Hay dos posibilidades ante ese hecho, o alguien quiso jugar una broma muy pesada, o tú teoría sobre el tercer piso es cierta. En cualquiera de los dos casos mi sugerencia es que tengas mucho cuidado y sigas practicando tu magia como me mencionaste has hecho con tu amiga. 

Debieron darte mayor cantidad de puntos por derribar y casi matar a un trol, pero entiendo que te quitaran algunos por tu falta de sentido atacando a tus compañeros. No me malentiendas, no te digo que no debías defender a tu amiga, al contrario, eso lo apoyo en gran medida, tus amigos son importantes. Pero sugiero que para la próxima apliques técnicas y tácticas no tan evidentes. por ejemplo pegar a tus compañeros a las sábanas para que no puedan levantarse de la cama en las mañanas y perder clases, lo cual además les dará un castigo y será premio doble. Embrujar los baúles para que muerdan y persigan a quienes traten de abrirlos, volver invisibles algunos libros, o juntarte con Peeves para que entre en los dormitorios y les decore el rostro con estiercol mientras duermen. Hay muchas maneras y en ninguna podrían culparte.

No estoy de acuerdo con que exista una criatura como esa en el colegio. Escribiré una carta sobre el asunto y te informaré en cualquier caso. 

Necesito que me indiques si quieres venir a pasar navidad con nosotros. Hay permiso para quedarse en el colegio, pero pensaba que podíamos salir a volar un rato juntos en un lugar cerca de Escocía que encontré recientemente. 

Hay una chica muggle bastante interesante que te presentaré si vienes estas navidades. No, no es la misma que te dije la otra vez. Ya sabes, hay cosas que siempre suceden, más cuando hablas con muggles y Kreacher aparece flotando para limpiar el techo. Informame si vendrás solo o acompañado de alguna de esas novias tuyas. 

Con cariño, Sirius. 

 

Harry leía la carta por segunda vez aquel día. Le preocupaba que el resto de las personas no colocaran sus alarmas y encendieran las antorchas cuando decía que un trol entró al castillo o que un perro de tres cabezas capaz de comer diez niños como desayuno se hallaba en el tercer piso. Una carta no era lo que él esperaba, una carta era algo que debía hacerse en caso de que un par de duendecillos aparecían en los baños, no con un monstruo que el infierno perfectamente contrataría como mascota. Sin embargo, confiaba en Sirius, si él decía que hablaría al respecto, lo haría sin duda. 

Daphne expresó que su madre expresó se quejaría también por semejante peligro, aunque ello significa exponerse ambos sobre su breve incursión en el tercer piso. Hermione no tenía a quien escribirle sobre el asunto, sus padres se resumen a enviarle caramelos de menta a diario y cartas de ánimos con los estudios. 

Luego estaba el asunto de invitar a alguien a casa. Deseaba poder invitar a Daphne, ella era linda e inteligente, aunque tendía a hablar muy poco y mostrarse bastante superior en algunas ocasiones. Pero le atraía bastante, y eso llevaba consigo el mayor peso del asunto. Se podía imaginar saliendo ambos a montar escobas, o jugando hasta tarde. 

Sin embargo, Daphne había especificado que saldría de viaje con su familia a Francia durante la navidad. Hermione también pasaría algunos días con su familia de viaje, pero no le había preguntado nada. La razón es que con Hermione podía imaginar que las vacaciones se convertirían en sesiones de entrenamientos interminables. Aunque por otra parte la chica castaña sabía jugar varios videojuegos, eso cuando no estaba haciendo alguna tarea o leyendo. 

También estaba Sophie, ella de seguro aceptaría, aunque quizás Neville la invitaría. Los últimos días ambos se la pasaban mucho juntos luego de las clases. 

Por otra parte tenía asuntos más cercanos en los cuales pensar. El primer partido de quidditch era el día de mañana y sentía que no había practicado lo suficiente y que vomitaría apenas colocase un pie en el campo. Wood había creado sesiones tres veces a la semana bastante intensas, pero de poco servían si su estómago daba vueltas con la sola idea de estar en un partido por primera vez en su vida. Aún peor, el primer partido se jugaría contra Slytherin y las tensiones por el partido estaban arriba. Incluso los alumnos de años superiores discutían y apostaban galeones sobre el asunto. 

No era sencillo cuando veía cómo armaban pancartas y Lee Jordan gritaba en el comedor que barrerían el suelo con Slytherin y que apostaba diez galeones a ello. 

—Se supone que está prohibido hacer apuestas como esas— Expresó Hermione mientras comía cereal de miel— además Slytherin fue el campeón del año pasado. No hay manera que eso sea una partido fácil. 

—Díselo a ellos— Comentó Harry. 

—Es mucha presión Harry, pero te he visto jugar, lo harás bien. 

—Quizás te golpea una bludger en la cabeza y te despiertas una semana después, fue lo que le sucedió a Wood en su primer partido— Comentó George sentándose a desayunar. 

—O quizás se pierda por tres meses buscando la snitch, hay muchas historias sobre buscadores que se pierden, pero solo por temporadas— Agregó Fred tomando asiento junto a su hermano. 

Harry habría prestado mayor atención al comentario de no ser porque una segunda lechuza se detuvo esa mañana frente a él para dejarle una carta proveniente del banco. 

 

Señor Potter

Nos complace informar que sus activos este mes han crecido en un siete por ciento respecto al mes anterior. Ante esa buena fortuna su gerente encargado ha sugerido un par de posibles inversiones a realizarse durante los próximos meses, esto será informado obviamente de igual forma a su tutor para que en las próximas semanas o meses se puedan acomodar dichas acciones. 

Por otra parte hemos indagado en el árbol familiar de su familia y creemos que existen activos que actualmente no se encuentra en su posesión y que estaban perdidos con anterioridad. favor agradecemos se presente en nuestras oficinas en la proximidad de tiempo para aclarar las dudas respecto a este asunto. 

Atentamente, Gringotts

 

—Parece que sigo ganando dinero con la tienda, pero no tengo ni idea de cuanto es eso en monedas. 

—¿No has sacado las cuentas Harry? 

—Tendría que buscar las otras cartas y ver cuántos intereses se han acumulado. Y ya tengo suficiente con Snape fastidiando. 

—Dudo que Snape tenga algo que ver en tus cuentas mal administradas, Harry. 

—Bien, es solo que he tenido flojera de sacar las cuentas del asunto. Ahora, esto es raro, piden que vaya al banco. 

—Supongo que será algo importante que no podrán decir por una carta— Repuso Hermione— ¿Iras?

—Primero tengo el partido de mañana y las posibilidades de terminar perdido tres meses en el bosque prohibido, después de eso me preocuparé por lo que los duendes tengan para decirme. 

—Debes prestar atención atención a los duendes, es sabido que son criaturas mágicas muy inteligentes y poderosas. El ministerio ha querido quitarles el banco desde hace años, y nunca han podido— Susurró la niña. 

—Eso he escuchado, pero no es como si pudiera escaparme de las clases e ir al banco hoy de todas formas— Se encogió de hombros el chico mientras algo gritaba en el gran comedor que el baño del primer piso estaba lleno de sapos. Una broma que Harry habría adjudicado a Fred y George Weasley, de no ser porque ellos también se mostraban sorprendidos. 

—¿Entrarás a defensa contra las artes oscuras?— Preguntó la niña. Harry y Hermione notaron que los fuertes dolores de cabeza sucedían cuando veían clases de defensa contra las artes oscuras. Ella opinaba que se debía a lo molesto que estaba Harry con tal profesor, pero el chico comenzaba a sospechar que podía tener relación con el extraño olor a ajo que el profesor Quirrell despedía desde su turbante. 

—No sé, no tengo ánimos de morir de migraña, pero tampoco creo que romperme el brazo y encerrarme en enfermería sea una salvación. 

—¿Irás o no a clase? 

—No creo, descansaré o trataré de practicar algo. 

—¿Y si te castigan?

—Puedes decir que no me siento bien— Expresó él dirigiéndose a su habitación.  

El día siguiente fue un total desastre, no pudo dormir en toda la noche, tampoco desayunar y terminó vomitando antes de entrar al terreno de juego. Sus piernas temblaban cuando inició el partido, las gradas del colegio se hallaban llenas de los trescientos cincuenta alumnos y los profesores, y algunos padres en tres gradas repartidas en el campo. 

Al iniciar el partido Slytherin casi de inmediato tomó la delantera cosa que sorprendió a todos, los cazadores del equipo verde iniciaron una ofensiva agresiva en todo el sentido de la palabra, chocando de forma intencionada a los contrarios para crear una sensación de miedo y evitar futuros encuentros. 

A pesar de un par de penalizaciones el daño estaba hecho, Alicia Spinnet recibió un fuerte golpe que dejó sangrando su rostro y comenzó a jugar evitando el contacto. Era prácticamente como jugar con un jugador menos, punto que Slytherin supo usar a su favor. 

Harry creyó ver un par de veces la snitch dorada, pero era reflejos o movimientos tan veloces que no daban oportunidad a reacción. 

Para mejorar, a mitad de partido alguien intentó hechizar su escoba, de seguro alguien fanático del equipo contrario, o eso imaginó él debido a que estaba más ocupado por mantenerse sujeto a la nimbus que a buscar al culpable. Los abucheos por supuesto no se hicieron esperar y el árbitro detuvo un instante el partido para verificar la escoba de carreras, la cual continuó en perfecto estado y todos reanudaron el partido. Aunque claro estaba que algunos alegaron que Harry aplicó aquella estrategia para detener el apabullante marcador de ochenta a veinte que daba ventaja a los del equipo negri- esmeralda. 

Wood cometió una falta leve que fue marcada de inmediato, algo que molestó a muchos seguidores de gryffindor pues uno de los golpeadores había golpeado con un bate aparentemente sin querer al guardián de los dorados. 

Afortunadamente pudo percibir la snitch dorada en la trigésima vuelta que daba al estadio, se hallaba revoloteando por encima de una grada a la derecha, cerca de donde se hallaban los golpeadores de Slytherin. Debió acelerar la escoba a toda potencia y esquivar un par de golpes que lanzaron en su dirección sin miramientos, el buscador de Slytherin tardó mucho en percatarse del acto de Harry, y no lo habría hecho de no ser por los gritos de sus compañeros. 

La snitch inició un ascenso vertical que Harry siguió de cerca sintiendo cómo ascendían hasta el cielo azul mientras un rayo de luz daba contra sus ojos. El cazador de Slyhertin ascendía justo detrás de él. La snitch dio un giro e inició un descenso al cual ambos debieron seguir de forma brusca. Se hallaban muy lejos y a gran altitud, se movían a un lado externo del campo escapando de la visión de aquellos que se hallaban en las gradas. El buscador de Slytherin le alcanzaba poco a poco, pero parecía hallarse preocupado por la lejanía que tenían a cada instante. 

Otro giro brusco y regresaban por el mismo camino rumbo a una de las gradas de la cancha. Lee Jordan, quien actuaba como comentarista, gritaba algo sobre Harry y el buscador de Slytherin, pero Harry no tenía tiempo para aquello, se acercaban en carrera hasta el pilar de las gradas y la snitch no daba la impresión de frenar ni desviarse, solo había un camino. Aceleró pegando su cuerpo a la escoba hacia adelante, esto mientras alzaba su brazo para alcanzar la esfera dorada. 

Las gradas eran enormes pilares construidos en madera que se alzaban varios metros del suelo. Él se dirigía directamente a uno de ellos, lo podía ver hacerse enorme a su vista, quedaban segundos para estrellarse. Su contrincante se desvió esperando que la snitch se moviera a la derecha, pero esta seguía derecho. O así fue hasta que se halló a treinta centímetros de la madera y decidió ascender, pero Harry se había lanzado para tomarle, estrellándose contra la grada y cayendo por esta mientras golpeaba con diferentes maderos. 

Alguien gritó su nombre, pero no estaba seguro de quién. La cortina que envolvía la madera le cubría y ahora se hallaba en una escalera con la vista nublada. Sus lentes se habían roto en pedazos en algún lugar del suelo, y él casi inconsciente. Pese a todo, estaba feliz, la snitch dorada se  hallaba en su mano. 

 

—Fue tan solo el primer partido, en la final de la copa de quidditch de seguro se lanza desde cuarenta metros de altura— Expresó Hermione respondiendo el comentario de Neville. 

—La snitch es escurridiza y puede perderse mucho rato— Comentó Wood. 

—Yo supongo que vio la oportunidad y la tomó, de otra forma Flint habría seguido haciendo cuanta falta fuese necesaria. Deberiamos agradecerle —Comentó Angelina Johnson cruzándose de brazos— ¿Y ustedes dos que planeaban hacer? Parecía que no había bludger que atacase a Slytherin, solo a nosotros— Se refirió a los gemelos Weasley. 

—Mejor centrémonos en Harry, es quien se rompió una pierna y un brazo— Sonrió Fred. 

—Eso fue porque no viste como quedó Adrian Pucey— Terminó George. 

—Adrian es casi un santo en comparación al resto del equipo— Intervino Alicia Spinnet. 

—Yo digo que Harry lo hizo genial, no solo vio la snitch antes que Terence Higgs, además la siguió incluso cuando esta se dirigió contra la grada. Terence se apartó, y eso que a él lo buscan los abejorros como jugador profesional— Culminó Katie Bell. 

—¿Crees que es verdad ese rumor? Bueno, al menos Terence es más lindo que la mayoría de los de Slytherin— Indagó Alicia. 

—¿Despertará hoy?— Preguntó Sophie al lado de Hermione. 

—No sé, la señora Pomfrey dijo que le dio algo para descansar mientras se reparaban los huesos, pero no sé nada más. 

—Quizás hasta que anochezca y no tenga que hacer deberes hoy— Comentó Harry notando formas nubladas a su alrededor, no fue hasta que se colocó sus lentes, que de alguna forma estaban intactos al lado de su cama, que pudo notar al grupo que rodeaba su cama. 

—Debe estar mal de la cabeza, olvidó que hoy es sábado— Susurró Angelina— De seguro también se golpeó allí cuando cayó. 

—¿Cómo terminó el partido?— Preguntó Harry sin prestar atención a los comentarios de la chica y las respuestas efusivas de George. 

—Ganamos, gracias a ti debo admitir, fue una victoria muy buena ciento noventa puntos a cien— Respondió Wood con una amplia sonrisa. 

—Bien, ya está bien, ya balbucea y tiene a su novia al lado para animarle— Alicia se levantó de la cama al lado arreglando su túnica— Hay una fiesta en la sala de Gryffindor y no se puede celebrar sin los jugadores de Gryffindor. 

—¡Estuviste excelente Harry!— Felicitó Neville. 

—Fue peligroso ¿cómo se te ocurre soltarte de la escoba? ¿qué clase de jugador sería tan suicida para hacer algo como eso?— Hermione en cambio se cruzaba de brazo meneando la cabeza de un lado a otro. 

—En realidad hay precedentes, Hermione, Harold y Joselind del Puddlemere United lo suelen hacer si necesitan anotar. 

—No ayudas mucho Wood, el punto es que tuvo suerte que apenas fueron cinco metros de altura, se pudo matar en el proceso. 

Harry aguantó los regaños de Hermione, aunque le daba gusto poder verla a su lado la mayoría de la tarde, hasta que oscureció y la señora Pomfrey le dijo que podía comer en el gran comedor y descansar en su cama. 

—Felicidades por tu victoria, Harry— Fue el mensaje en un papel que dejó Daphne con la peli castaña, aparentemente tuvo algunos percances con sus compañeros de casa y no pudo quedarse en la sala de enfermería. 

Los gemelos y Alicia no mentían, la sala de Gryffindor fue una algarabía repleta de dulces, bebidas y comida que duró hasta altas horas de la noche, solo superado por las hormonas que flotaron en el aire después del incidente. Harry por su parte estuvo ocupado escribiendo una carta para Sirius y siendo acosado por Gali, quien llegó hasta su cama con una gran cantidad de tortas de colores rojo y dorado.

La elfina saltaba atolondradamente en la cama gritando de felicidad por la victoria, tanto ella como Sirius estuvieron como audiencia entre el público, pero Harry no llegó a verlos. Sin embargo comprendió que era cierto, pues la elfina pudo describir todo el partido con gran cantidad de detalles, incluyendo el incidente con su escoba, que según ella mencionó, molestó en gran medida a Sirius, pues era algo penalizable en el partido, y que en tiempo pasado alguien usó contra James en su quinto año. 

Envió la carta y se acostó a sentirse plenamente satisfecho. No solo logró vencer en el partido, abajo en la sala común festejaban a su nombre. Se sentía fuerte y capaz, lleno de alguna manera. No esperaba ser despertado por Hermione cuando eran las seis de la mañana. 

—¡Harry! ¡Despierta! —La chica le movía de un lado a otro— ¿Qué tanto sueño puedes tener?

—¿Hermione? ¿Qué haces aquí?

—Los chicos no pueden entrar al cuarto de chicas, pero las chicas podemos entrar al de chicos, deberías recordarlo— Mencionó esta— Pero no es momento de pensar en cosas como esas Harry. 

—¿Qué pasa? 

—Es Daphne, hubo una pelea en la sala de Slytherin anoche, alguien la golpeó, está en la enfermería. 

—¿Qué? ¿Cómo te enteraste?

—Las chicas están hablando sobre eso hace un rato, aparentemente alguien la encontró afuera de nuestra sala común, pero estaba sangrando, la llevaron a la enfermería— Explicó Hermione. 

—Tenemos que ir, pero necesitaré cambiarme— Comentó Harry para que la chica saliera de los dormitorios, donde algunos escuchaban y se quejaban entre murmullos. Muchos estudiantes se hallaban recién despiertos, aparentemente el revuelo llegó hasta la sala común donde algunos todavía se hallaban. 

—¿De verdad ha hecho eso? Digo, es algo temerario, no podrá salirse con la suya— Alguien de quinto comentaba cuando Harry y Hermione salieron de la sala común en carrera por los pasillos. Todo se hallaba tan desierto como esperaría cualquiera un domingo a las seis y algo de la mañana. LLegaron a la enfermería luego de algunos minutos, encontrándose bastante activa. Muchos miembros de la casa de Slytherin se hallaban en la puerta a la espera que permitieran el acceso. 

Las miradas se centraron en los dos recién llegados casi de inmediato— ¿Qué hacen aquí Gryffindors? Esto es un asunto de Slytherins.

—Harry, no. Recuerda que tenemos que ver a Daphne— Intervino su amiga interponiendose. 

—Deberían irse ambos— Continuó el mayor mientras un grupo más grande se formaba a su alrededor. 

—Puedes moverme si quieres— Harry se mantuvo en su lugar a pesar de la mirada preocupada de la castaña. 

—¿Qué se siente Granger?Que tu novio, Harry Potter tambien salga con una Slytherin— Malfoy salía de la enfermería, tenía un brazo enyesado y un enorme abrigo. 

—Primero que todo, Harry y yo no somos novios, y en segundo lugar, Harry podría estar con la chica que quisiera, a diferencia de cierta persona que comenzó a darle regalos a Tracey Davis y terminó siendo abofeteado cuando intentó entrar al dormitorio de chicas— Se cruzó de brazos la niña mientras Draco se ruborizaba y algunos de su propia casa se reían a sus espaldas de forma evidente— ¿Pensaste que nadie se enteraría Draco?

—Tú eres una…— No pudo terminar sus palabras ni acciones, todos se quedaron tranquilos con las varitas apretadas cuando el profesor Dumbledore de pronto cruzó la esquina y se acercó con lento andar. 

—Buenos días, esperaba que la mayoría durmiera todavía a estas horas de un día domingo, me alegra ver que están tan activos— Repaso a todos los presentes con la vista— Señor Malfoy, estoy seguro que ese brazo necesitará descanso en su dormitorio. Los demás, creo que podrían disfrutar de los terrenos del castillo a estas horas de la mañana y revisar las plantaciones de fresas que se encuentran detrás de los invernaderos, los que están en la enfermería merecen un buen descanso. 

—No siempre podrás escapar, Potter— Soltó Malfoy al retirarse y golpear su hombro.

Harry y Hermione se quedaron tranquilos de pie en el lugar mientras algunos pasaban a su lado tropezándoles— Señor, queremos ver a Daphne— Expresó la última del par. 

—¿La señorita Greengrass? Creo que estaría bien una pequeña visita, tengo entendido Poppy ya curó a los chicos, pero dudo esté muy feliz de que existan visitas en el ala. Entren conmigo, solo unos diez minutos. 

—¿Qué sucedió señor? ¿Usted lo sabe? 

—Probablemente sea un asunto que su amiga Daphne deba hablar con ustedes señor Potter. Lo que sí puedo decirles, es que tomaré medidas para que no tengamos incidentes como este nuevamente.

—¿Fue muy grave?— Inquirió Heremione cuando el profesor abría la puerta. 

—Es grave que sucediese, la idea de las casas es la cooperación entre los estudiantes, no crean riñas entre una propia casa.La sana competitividad es algo que aliento, pero más allá puede ser peligroso—Se movían por un pasillo amplio con camas a los lados. Había chicos de la casa vipera arropados junto a bebidas calientes. 

—¿Qué pasó?— Inquirió Hermione viendo al resto antes de llegar a la cama donde Daphne se hallaba sentada con la cabeza baja. 

—La señorita Greengrass usó un hechizo de hielo bastante potente antes de desmayarse y quienes se hallaban en la sala común en ese instante sufrieron hipotermia casi al instante.

—¿Hizo qué?— Preguntó Hermione. 

—¿Te golpearon?— Preguntó Harry acercándose a la chica de cabello dorado. 

—No fue nada, de verdad— Respondió la aludida sin levantar la cabeza. 

—Fue necesario notificar a su familia señorita Grengrass— Habló Dumbledore acercándose— ESpero que situaciones así no se vuelvan a presentar en la sala común, si existen diferencias entre usted y sus compañeros, su deber es dirigirse con el profesor Snape e informarle la situación. Él habría actuado para que ninguno saliera herido. 

—Snape es amigo de la familia Nott, Malfoy y Goyle, no de la familia Greengrass— Soltó la chica desviando la mirada. 

—Pero Snape es el jefe de su casa no por su amistad con sus familias, su deber es solventar este tipo de problemas. Siento mucho que sus compañeros fueran tan cerrados sobre sus amistades, pero confíe en mí cuando le digo que el mejor rumbo de acción es notificar a su profesor jefe de casa para solventar la situación— Comentó el director mirando a los ojos a la chiquilla. 

—¿Sus amistades?— Preguntó Harry. 

—Están molestos porque ayer te apoyé a tí y no a Slytherin durante el partido— Espetó Daphne— Dijeron que soy una traidora, y una de tercero me jaló el cabello, luego me defendí y apareció uno de tercero, me apunto con la varita, lo bloquee, pero después fueron más, alguien logró derribarme al piso y comenzaron a dar patadas. Luego… 

—Aplicó el hechizo glacius— Culminó el director. 

—¡Pero eso es legítima defensa!— Soltó Hermione sin pensar antes de notar que la mirada del director se fijaba en ella. 

—Lo fue, pero el asunto se habría solucionado de otra forma si la señorita Greengrass hubiese actuado según las reglas del colegio. Cuando hay incidentes como este, el reglamento dice que deben dirigirse con el jefe de sus casas y… 

—Yo creo que hiciste lo correcto Daphne— Harry habló dejando a todos en silencio. Se hallaba muy convencido de eso, de hecho él había sufrido casi lo mismo semanas atrás cuando todos en su sala común hablaban sobre Hermione. Solo que a él no se le ocurrió el hechizo congelante. 

—Me temo que, si ambos están tan seguros de eso, tendré que aplicar un castigo a ambos— Expresó el director de forma apacible— Es necesario que reconozcan sus errores cuando suceden, sin embargo se aplicará cuando regresen de las vacaciones. La navidad no debería verse opacada por un castigo. 

Hermione volteó los ojos ante Harry, le sorprendía que no fuese capaz de leer la atmósfera de forma correcta en aquella situación— Profesor ¿Hay alguna posibilidad de cambiar de casa a Daphne? Si está en Gryffindor con nosotros, no habrá problema. 

—Es algo poco usual, pero ya se ha dado antes, sólo depende de la decisión de la señorita Daphne. Aunque me temo que deberá ser notificado a los profesores mediante una carta. Lo que sí diré es que, es una pena que algo así suceda. Ustedes por primera vez en muchos años han demostrado que es posible que los Gryffindor y Slytherin se lleven bien y tengan una amistad. Eso se romperá si de pronto se cambian de casa a conveniencia. Verán, aunque el sombrero seleccionador tome en cuenta los atributos de cada estudiante, siempre hay algo que pone por encima del resto. Sus decisiones, si la señorita Greengrass está en Slytherin es porque así lo decidió en un inicio.

—Entiendo— Expresó la niña castaña ante la respuesta. 

—Ahora, si me disculpan iré a las cocinas a pedir un par de panqueques calientes con sirup de calabazas que creo quedó de noche de brujas— Sonrió Dumbledore levantándose de su lugar— Señorita Granger, Greengrass, Harry— Expresó en saludo al retirarse. 

—Y así te ganas tú también un castigo— Comentó Daphne viendo a Harry. 

—Fue lo mismo cuando hablaban de Hermione los idiotas de Seamus, Dean y Ron. 

—Es lo menos importante, un castigo después de navidad está bastante lejos. Lo importante aquí es que existe la posibilidad de cambiarse de casa— Apuntó Hermione— Solo sería cuestión de una carta a los profesores. 

—No es tan sencillo— Respondió la otra— Toda mi familia ha pertenecido a Slytherin, incluyendo a mi padre, además soy la hija mayor y heredera de la casa Greengrass, no te imaginas lo que eso significa Hermione. Deberé hablar con mi familia. 

—Entiendo, los sugerí porque creo será un problema dormir en un lugar donde varios te ven como su enemiga. 

—No me importa ser su enemiga. 

—Puedo mandar a poner una barrera a tu cama con los elfos, fue lo que hice con la de Hermione y la mía— Expresó Harry. 

—¿Qué hiciste qué?— Preguntó Hermione dándole un pisotón. 

—Auch ¿Qué tiene de malo?

—Te lo explicaré luego, pero puedo decir que no necesitamos a los elfos, es posible hacer lo mismo mediante un ritual. Incluso con encantamiento fidelio en tu cama. Estarías allí, pero no podrán hallarte a no ser que tú les des permiso. 

—¿Sabes hacer el hechizo fidelio? Tengo entendido es algo complicado— Preguntó Daphne. 

—No, pero hay una biblioteca. 

—¿Cuando podrás salir? 

—En realidad ya puedo, solo debía esperar la visita del director— Respondió ella. 

—Bien, vámonos, hay muchas miradas centradas en nosotros. 

Los siguientes días se tornaron difíciles para todo el grupo, eso incluyó a Sophie y Neville. Ninguno esperó que la rencilla entre las casas del león y la serpiente fuese tan profunda. Tampoco comprendían la razón de tal odio al punto de segregar a quienes no estuviesen de acuerdo. 

Harry por su parte tuvo que ordenarle a Gali protecciones en las camas de todos, incluyendo a Daphne en la sala de Slytherin, ello debido a que la chica tuvo razón al decir que el hechizo fidelio era avanzado. Segun Hermione era necesario conocimiento de runas y aritmancia para poder ser aplicado de forma adecuada, cosa que de inmediato comenzó a averiguar, pero Harry no consideraba que un lapso de tres meses fuese algo corto, en especial si los demás estaban dispuestos a gastar bromas pesadas. 

A Daphne por su parte parecía importarle muy poco la opinión de los de su casa. Decían cosas a sus espaldas, pero ella se mostraba tan estoica como una estatua. Incluso cuando fue acusada con los profesores de causar un desastre en los dormitorios, donde por alguna causa todos amanecieron una mañana adheridos a las sábanas de sus camas con nada más que su ropa interior. 

La chica se defendió alegando ser inocente, y el profesor Snape le dió la razón casi de inmediato. Obviamente ninguno de los dos sabía que Harry tomó la idea de Sirius y ordenó a Gali ejecutar el maquiavélico plan. Ese, y cerrar mediante magia los baúles de varios alumnos que hablaban a sus espaldas, tanto de la casa verde como la dorada con rojo. 

Las prácticas con Hermione se volvieron intensas, al igual que las de quidditch, donde Wood insistía debían ensayar en navidades, sin importar las temperaturas heladas. Los pocos momentos de ocio los pasaban en videojuegos o en la cabaña de Hagrid, quien mantenía el interior del lugar bastante caliente y no dudaba en servir cocoa cuando los chicos llegaban. 

—Aparentemente el problema, es que hay que saber runas y aritmancia bastante avanzada, para fijar y determinar el lugar que se verá afectado por el hechizo y determinar el radio. Parece incluso más un ritual viejo— Comentó ella pasando la hoja de un libro, mientras Harry escuchaba y el semigigante regaba una planta que el chico estaba seguro era carnívora. 

—No es extraño, la magia antes era muy ritualista, y algo como el encantamiento fidelius es bastante viejo, yo diría que quizás viene de la época celta. Pero ya sabes, solo soy yo conjeturando— Sonrió el semigigante. 

—Podría ser, el punto es que no lo lograré con algo de conocimiento superfluo, debo meterme de lleno si quiero lograr algo. Pero si leo estos libros, en un par de semanas estoy segura que podré hacer una prueba. 

—Yo creo que es más fácil enfrentar al perro de tres cabezas del tercer piso, antes que lograr ese encantamiento, ya lo leí por encima. No entendí casi nada…— Se hundió de hombros Harry cruzando los brazos. 

—¿Ustedes vieron a Fluffy? ¿Estuvieron en el tercer piso lado derecho?— Preguntó Hagrid dejando que una gran cantidad de agua cayera contra la planta. 

—¿Fluffy? ¿Conoces esa cosa?— Inquirió Harry. 

—¡Claro que la conozco, Fluffy es mío! Y no es una cosa, es un cerbero— Sonrió el semigigante con orgullo tocando su pecho.

—Sabemos que es un cerbero Hagrid, pero esa cosa es peligrosa, entramos por error y pudo partirnos a la mitad— Exclamó Harry. 

—Eso si no hubieras hecho un gran escudo para protegernos— Terminó Hermione.

—No se supone que los alumnos husmeen allí, además Fluffy es tan solo un cachorro, no podría hacer tanto daño. Sin contar que cumple una labor importante— Negó el otro. 

 —¡Sus colmillos son más grandes que mi antebrazo Hagrid!— Continuó Harry mostrando el tamaño— ¿Y cómo me dices que es un cachorro? No quiero saber cuán grande será cuando crezca y sea un adulto. 

—También sabemos que protege algo Hagrid, lo que no entendemos, es la necesidad de tener un monstruo como ese dentro del colegio— Rezongó Hermione. 

—¿Cómo saben que cuida algo?

—Obviamente por la trampilla de madera que hay debajo de sus pies— Respondió la chiquilla en tono autosuficiente. 

—Yo solo vi sus cabezas, no vi la trampilla, pero si Hermione dice que allí estaba, le creo. 

—Deténganse, ninguno de los dos comprende lo peligroso de la situación ni la importancia de lo que cuida Fluffy— Se sentó Hagrid— Les pido que dejen de indagar en el asunto, no se metan más, es algo peligroso y muy serio. ¡No se acerquen más al tercer piso por el lado derecho! ¡No busquen ver de nuevo a Fluffy! No tienen nada que hacer allí, ninguno de los dos, lo que está allí abajo es propiedad del profesor Dumbledore, y de Nicolas Flamel. 

—¿Nicolas Flamel?— Inquirió Hermione. 

—No debí mencionar eso, no debí decirlo— Se auto regañó el semi gigante— Prometanme que no harán ninguna tontería, no buscarán entrar a esa cámara. 

—¿No te dije que esa cosa era peligrosa? ¡Casi nos mata!— Agregó Harry exclamando casi en un grito— Además, no deberían preocuparse por nosotros, sino por quien sea que metió al troll al castillo. De seguro lo hizo para tratar de entrar allí. 

—¿Qué? Eso es imposible— Señaló Hagrid, pero luego pareció razonar un par de ideas y preguntó— ¿Por qué piensas eso? 

—Sirius me explicó, un troll no pudo entrar por sí solo— Comenzó Harry. 

—Yo también te lo dije, y Sophie— Expresó a regañadientes Hermione. 

—Alguien debió meterlo al castillo,ahora, a menos que esa persona quisiera buscar la cámara de los secretos en el comedor del colegio. La única posibilidad es que metiera al troll para entretener a todos mientras entraba a ese lugar —Señaló el chico. 

—¿Cómo saben de la cámara de los secretos? ¿Qué han estado preguntando o aprendiendo ustedes?— Hagrid no parecía cómodo con el tema— Miren, lo más probable es que el asunto del troll se deba a un incidente, y hay un par de personas averiguando sobre el asunto. Pero dudo mucho que alguien metiera a un troll con esa finalidad— Sentenció con ímpetu— Ahora, si me disculpan, tengo que encargarme de unas enredaderas chicos. Y como dije, aléjense de ese lugar, no hay nada que ustedes deban ver o indagar allí. 

Ambos se dirigieron al castillo cuando la tarde iniciaba su descenso. Las advertencias de Hagrid solo le daba ganas de averiguar qué se hallaba allí debajo, pero tampoco tenía muchas intenciones de enfrentarse a un perro gigante de tres cabezas, incluso si apenas era un cachorro. 

—Te diste cuenta ¿no? dijo que era algo, y que ese algo era de Dumbledore y Nicolas Flamel. el, pero si quieres puedo 

—No tengo ni la menor idea de quién es Nicolas Flamel, pero puedo preguntar si quieres— Expresó él.

—Por favor, pero siento que ya he leido sobre esa persona. 

—Eso es bastante vago, podrìa estar en cualquier libro, son cientos los que has revisado los últimos días. 

—Bueno, me dará algo que hacer esta navidad, igual para eso es que existen las bibliotecas, o me dirás que tú, Harry Potter no quieres saber que hay allí abajo— Hermione parecía divertirse con la simple pregunta. 

—No dije que no quisiera, quizás si hubiera una biografía de esa persona, como un documental…

—Es posible, tendré que revisar de nuevo— Comentó ella, algo que Harry no dudó cumpliría.

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